II Juan Delgado
Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
En el mundo hay todavía 790 millones de personas que carecen de electricidad. “Es sorprendente –explica Gonzalo Delacámara a RETEMA- ver que esa cifra es mucho menor que la de las personas que carecen de acceso a agua potable, 2.200 millones. Eso quiere decir que la sociedad ha dado más importancia al suministro eléctrico que al agua y el saneamiento”. En cuanto a la relación de este objetivo con el agua, es crucial debido a lo que se conoce como nexo agua-energía y que quiere decir que el agua es indispensable para el suministro eléctrico y este es indispensable, igualmente, para proporcionar servicios de agua.
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
Como explicaba a RETEMA Carlos M Gómez: “El agua juega un papel central en el desarrollo económico”. Y eso se ve a la perfección en algunos de los datos que maneja el Banco Mundial: “Las tasas de crecimiento económico de algunas regiones –dice en su informe sobre el agua esta institución- podrían verse reducidas hasta un 6% del PIB en 2050 como consecuencia de pérdidas vinculadas con el agua en las esferas de la agricultura, la salud, los ingresos y la propiedad”.Las tasas de crecimiento económico de algunas regiones podrían verse reducidas hasta un 6% del PIB en 2050 como consecuencia de pérdidas vinculadas con el agua en las esferas de la agricultura, la salud, los ingresos y la propiedad.
Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.
En cuanto a la parte dedicada a las infraestructuras, es evidente que estas tienen conexión con el agua, sobre todo aquellas directamente relacionadas con él como puentes, centrales hidroeléctricas, etc… Y por lo que se refiere a la industrialización, Carlos M Gómez explica su relación con el agua en los países menos desarrollados: “Para conseguir el desarrollo lo primero que debe cambiar es la agricultura, se necesita un aumento en la producción de alimentos que permita liberar a trabajadores que puedan emigrar a las ciudades para construir los primeros núcleos de una nueva economía urbana, industrial y de servicios”.
Objetivo 10: Reducir la desigualdad entre los países.
Este objetivo trata de lograr el crecimiento de los países más pobres y de disminuir la desigualdad entre su ciudadanía más desfavorecida. Esos dos objetivos dependen de una mejora económica pero también social, educativa y sanitaria, cambios que, como hemos visto, están directamente relacionados con el acceso a agua y saneamiento.
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
La primera meta de este objetivo es lograr el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos, adecuados, seguros y asequibles lo que pasa por proporcionar agua y saneamiento. Es importante saber que en la actualidad hay 3.500 millones de personas viviendo en ciudades y que se prevé que sean 5.000 millones en 2030. “Es clave recordar aquí –señala Delacámara- que uno de cada cuatro habitantes urbanos viven todavía en áreas informales, en suburbios que carecen de esos servicios de agua y saneamiento o disponen de ellos en malas condiciones”.
Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
En este objetivo es la propia ONU la que señala su clara relación con el agua cuando para centrarlo explica que “menos del 3% del agua del mundo es potable, y que el 2,5% está congelada en los polos y los glaciares” lo que quiere decir que la humanidad “debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema, de la ciudadanía y de agua dulce”. Recuerda además que los humanos están contaminando el agua más rápido que lo que naturaleza puede reciclar y purificar ríos y lagos; que el uso excesivo de agua contribuye a la escasez mundial y que las infraestructuras necesarias para gestionar este elemento son muy costosas. Y entre las metas concretas de este objetivo está: “lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales” y “la gestión racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo del ciclo de su vida… y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo”.
REVISTA RETEMA
ESPAÑA
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