miércoles, 24 de marzo de 2021

El agua es clave para que el mundo logre cumplir los objetivos de desarrollo sustentable, PARTE 2


II Juan Delgado

Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.

En el mundo hay todavía 790 millones de personas que carecen de electricidad. “Es sorprendente –explica Gonzalo Delacámara a RETEMA- ver que esa cifra es mucho menor que la de las personas que carecen de acceso a agua potable, 2.200 millones. Eso quiere decir que la sociedad ha dado más importancia al suministro eléctrico que al agua y el saneamiento”. En cuanto a la relación de este objetivo con el agua, es crucial debido a lo que se conoce como nexo agua-energía y que quiere decir que el agua es indispensable para el suministro eléctrico y este es indispensable, igualmente, para proporcionar servicios de agua.

Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Como explicaba a RETEMA Carlos M Gómez: “El agua juega un papel central en el desarrollo económico”. Y eso se ve a la perfección en algunos de los datos que maneja el Banco Mundial: “Las tasas de crecimiento económico de algunas regiones –dice en su informe sobre el agua esta institución- podrían verse reducidas hasta un 6% del PIB en 2050 como consecuencia de pérdidas vinculadas con el agua en las esferas de la agricultura, la salud, los ingresos y la propiedad”.Las tasas de crecimiento económico de algunas regiones podrían verse reducidas hasta un 6% del PIB en 2050 como consecuencia de pérdidas vinculadas con el agua en las esferas de la agricultura, la salud, los ingresos y la propiedad.

Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

En cuanto a la parte dedicada a las infraestructuras, es evidente que estas tienen conexión con el agua, sobre todo aquellas directamente relacionadas con él como puentes, centrales hidroeléctricas, etc… Y por lo que se refiere a la industrialización, Carlos M Gómez explica su relación con el agua en los países menos desarrollados: “Para conseguir el desarrollo lo primero que debe cambiar es la agricultura, se necesita un aumento en la producción de alimentos que permita liberar a trabajadores que puedan emigrar a las ciudades para construir los primeros núcleos de una nueva economía urbana, industrial y de servicios”.

Objetivo 10: Reducir la desigualdad entre los países.

Este objetivo trata de lograr el crecimiento de los países más pobres y de disminuir la desigualdad entre su ciudadanía más desfavorecida. Esos dos objetivos dependen de una mejora económica pero también social, educativa y sanitaria, cambios que, como hemos visto, están directamente relacionados con el acceso a agua y saneamiento.

Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

La primera meta de este objetivo es lograr el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos, adecuados, seguros y asequibles lo que pasa por proporcionar agua y saneamiento. Es importante saber que en la actualidad hay 3.500 millones de personas viviendo en ciudades y que se prevé que sean 5.000 millones en 2030. “Es clave recordar aquí –señala Delacámara- que uno de cada cuatro habitantes urbanos viven todavía en áreas informales, en suburbios que carecen de esos servicios de agua y saneamiento o disponen de ellos en malas condiciones”.

Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

En este objetivo es la propia ONU la que señala su clara relación con el agua cuando para centrarlo explica que “menos del 3% del agua del mundo es potable, y que el 2,5% está congelada en los polos y los glaciares” lo que quiere decir que la humanidad “debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema, de la ciudadanía y de agua dulce”. Recuerda además que los humanos están contaminando el agua más rápido que lo que naturaleza puede reciclar y purificar ríos y lagos; que el uso excesivo de agua contribuye a la escasez mundial y que las infraestructuras necesarias para gestionar este elemento son muy costosas. Y entre las metas concretas de este objetivo está: “lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales” y “la gestión racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo del ciclo de su vida… y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo”.

REVISTA RETEMA

ESPAÑA

martes, 23 de marzo de 2021

EL AGUA ES CLAVE PARA QUE EL MUNDO LOGRE CUMPLIR LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SUSTENTABLE




I Juan Delgado

Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

Es fácil ver la relación del agua con el Objetivo 1, pero además es que se trata de una relación que crea un círculo vicioso: “La pobreza es un factor de la degradación de los servicios de agua y saneamiento –explica a RETEMA Gonzalo Delacámara, investigador del instituto IMDEA Agua- pero a la vez, la falta de agua y saneamiento es un factor para explicar la pobreza”.

Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

La relación del agua con el Objetivo 2 también es evidente: el agua es clave para producir alimentos, tiene una enorme importancia para su seguridad y es uno de los aspectos centrales a la hora de diseñar una agricultura sostenible. Según los cálculos de la FAO, para alimentar a toda la población mundial en 2050 la humanidad debe ser capaz de aumentar la producción de calorías en un 69%. Lograr esa cifra y cumplir con el Objetivo 2 requerirá multiplicar la producción de alimentos, lo que supone una mayor presión sobre los recursos hídricos.

El agua es clave para producir alimentos, tiene una enorme importancia para su seguridad y es uno de los aspectos centrales a la hora de diseñar una agricultura sostenible.

Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.

La importancia del agua en la salud pública que es a lo que está dedicado el Objetivo 3 es directa. “En el momento en el que proporcionas a una persona saneamiento, los niveles de morbilidad y mortalidad prematura descienden drásticamente”, asegura Delacámara. Y Carlos M Gómez pone un ejemplo histórico: “Está demostrado que la esperanza de vida en Europa creció de manera muy rápida cuando se produjo el saneamiento de las ciudades. Por ejemplo, el canal de Marsella se suele asociar con un aumento de veinte años en la esperanza de vida de los habitantes del sur de Francia por todo lo que supuso para el abastecimiento y el saneamiento, es decir, garantía de agua de calidad”.

Y los datos actuales de la OMS con claros: “Unos 297.000 niños menores de cinco años mueren anualmente debido a enfermedades diarreicas relacionadas con malos hábitos de higiene. Los servicios deficientes de saneamiento y la contaminación del agua se vinculan también con la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y el tifus”.

Objeto 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Aunque en principio es más difícil ver la relación del agua con el Objetivo 4, las instituciones internacionales dedicadas a la educación llevan años resaltando esa relación. En el mundo hay 200 millones de niñas y niños sin escolarizar y en una buena parte esa falta de asistencia a los centros educativos está relacionada con la carencia de agua. “En los países del sureste asiático como India o Bangladesh, -explica Gonzalo Delacámara-, es muy frecuente que cuando las niñas tienen su primera menstruación abandonen la escuela o, al menos, dejen de ir una semana al mes porque no tienen acceso a servicios de saneamiento, no tienen un baño privado y con las suficientes garantías de higiene y seguridad para poder atender sus necesidades menstruales”. Solo el 65% de los colegios de todo el mundo tienen instalaciones adecuadas de saneamiento e higiene lo que quiere decir que el 35% carece de ellos. Este dato además puede aumentar más aún los problemas de asistencia a la escuela en medio de la pandemia en la que la forma de impedir el contagio es que los niños se laven las manos con frecuencia.

Objetivo 5: Lograr igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

En relación con el Objetivo 5 hay, al menos, dos situaciones relacionadas con el agua que acrecientan la desigualdad de género. Por una parte está el hecho de que en todo el mundo, las que acarrean el agua hasta los hogares son las mujeres y las niñas, dedicando a esta tarea muchas horas al día. Y además, según asegura Gonzalo De la cámara: “En países del sureste asiático, como India y Pakistán, se produce un índice de agresiones sexuales a las mujeres bastante alto también relacionado con la falta de agua y saneamiento. Como no tienen servicios, esperan al final del día para defecar y van a quebradas o laderas. Y en ese momento se producen muchos ataques sexuales”.

Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

El Objetivo 6 es el dedicado directamente al agua. Está compuesto por ocho metas que abarcan desde proporcionar un acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos hasta poner fin a la defecación al aire libre a la que en la actualidad están obligadas mil millones de personas; reducir la contaminación y mejorar la calidad del agua; asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce; proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos bosques, montañas, humedales, ríos acuíferos y lagos; ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para la creación de programas sobre agua y saneamiento y apoyar a las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.

REVISTA RETEMA

ESPAÑA