miércoles, 20 de enero de 2021

Reciclaje y recuperación

 El reciclaje es una de las herramientas más valiosas cuando se desarrollan iniciativas vinculadas a la economía circular.


Es una opción aplicable a gran variedad de materiales, aporta beneficios económicos considerables, y genera valor añadido en numerosos procesos industriales como fuente de materias primas más baratas. También pone a nueva disposición elementos que entran a formar parte del ciclo de producción y distribución de diferentes productos y artículos, como es el caso de los envases y embalajes reutilizables.

Dos de las actividades que favorecen las operaciones de reciclaje son las denominadas “selección” y “recogida selectiva”, a las cuales se aludió en detalle en un anterior apartado. Son alternativas aplicables tanto a la gestión de residuos como a algunas etapas de los procesos de reutilización y valorización. Junto con el necesario requisito de proceder a la rigurosa tipificación previa de los residuos a reciclar, estas acciones constituyen el primer paso que hay que dar para establecer y controlar un circuito que permita obtener el máximo de eficiencia en la logística del proceso, con el fin de obtener la mejor eficacia en los resultados.

En su esencia, los procesos de reciclaje son relativamente sencillos, teniendo en cuenta que existen avances tecnológicos que permiten tratar con eficacia y reincorporar a la industria o a los servicios gran diversidad de elementos y materiales.

A continuación, se describen algunos ejemplos de iniciativas de reciclaje puestas en marcha con éxito por parte de diversas empresas y organizaciones, la mayoría de las cuales constituyen verdaderos casos de éxito.



La nueva Economía de los Plásticos. “The New Plastics Economy”, un informe recientemente elaborado por la Fundación Ellen MacArthur y el World Economic Forum, es el primero que sugiere una clara estrategia de transición hacia la economía circular para la industria global del plástico, impulsándola hacia el mejor diseño de los envases y el incremento de las tasas de reciclaje. También sugiere nuevos modelos que encaminan hacia la mejor utilización de iniciativas, estrategias y tecnologías relacionadas con materiales y productos del sector del embalaje.

El plan de acción generado por el informe, que cuenta con el apoyo de más de 40 líderes de sectores gubernamentales y empresariales, entre los cuales cabe citar Unilever, Danone, Coca Cola y Veolia, ha permitido constatar los siguientes puntos:

· Si no se aplican en el sector políticas contundentes de rediseño e innovación, alrededor del 30% de los envases de plástico nunca serán reutilizados ni reciclados.

· Al menos un 20% de los envases de plástico ofrece oportunidades económicamente atractivas de negocio a través de su reutilización.

·Mediante esfuerzos debidamente concertados a la hora de rediseñar los envases y de gestionarlos después de ser utilizados, el reciclaje podría ser una opción económicamente atractiva para un 50% de envases de plástico.

·La estrategia sugerida por el plan apunta a lograr la reutilización y el reciclaje global del 70% de los envases de plástico, en contraposición a la tasa media actual del 14%. Para poder procesar el 30% restante, será necesario tomar medidas fundamentales en materia de innovación y rediseño.

Las iniciativas relacionadas con la nueva economía de los plásticos generan un interés y un apoyo de significativa envergadura en el sector industrial, y en estos momentos se están orientando con fuerza las posibles estrategias a seguir, abriendo el camino que permita rediseñar el sistema global de gestión de los plásticos a través de acciones concertadas entre los actores implicados.

El sistema EPSON Paper Lab de recuperación y reciclaje de papel.

 

Seiko Epson Corporation ha desarrollado el que parece ser el primer sistema compacto de fabricación de papel capaz de producir papel nuevo a partir de papel utilizado de desecho: PaperLab.

Este innovador sistema es un híbrido entre una máquina destructora de documentos y una planta de reciclaje de papel, que además no utiliza agua en el proceso. Trabaja a una velocidad de 14 hojas por minuto, hace innecesario transportar el papel usado hasta un centro de reciclado, además de preservar la confidencialidad y reducir costes y emisiones asociadas al reciclaje y la compra de papel.

Mediante PaperLab se puede producir papel de oficina de varios tamaños, espesores y tipos, a partir de papel utilizado previamente. De este modo, es también posible combinar la destrucción de documentos de modo discreto, reciclarlos y volver a utilizar el material reciclado y procesado en forma de papel nuevo.

El sistema permite a las empresas hacer uso de una tecnología que apuesta por la economía circular y estimula el reciclaje. Con PaperLab, Epson pretende dar al papel un nuevo valor como recurso.

Reciclaje de Aluminio en el sector de la Automoción.

El aluminio es un material muy demandado y fácilmente reciclable. Lo prueba el hecho de que el 75% del aluminio hasta ahora producido sigue actualmente en uso. Además, reciclar aluminio desechado requiere solamente el 5% de la energía que se consumiría para producir aluminio a partir del mineral virgen. Ello explica el alto interés de la industria europea del aluminio en la economía circular.

Uno de los sectores que mayores esfuerzos está haciendo en reciclar y recuperar el aluminio es el sector de la automoción. Anualmente, a nivel europeo se generan más de 10 millones de toneladas de residuos provenientes de vehículos fuera de uso. No obstante, el reciclaje de los componentes de aluminio presenta ciertas limitaciones en cuanto a los procesos de reciclaje, de modo que diferentes aleaciones de aluminio acaban reciclándose como aluminio fundido de menor calidad. Para abordar este reto, el proyecto europeo ShredderSort pretende buscar soluciones para la industria del reciclaje de aluminio a partir de nuevas tecnologías de separación.

De hecho, en el sector existen ya varias iniciativas para cerrar el ciclo del aluminio. Además de ser una opción económica con un menor impacto ambiental, incorporar aluminio en los vehículos permite reducir su peso, mejorar su eficiencia y, en definitiva, ahorrar combustible durante su uso. Ejemplo de ello es el caso de Ford, que utiliza residuos de aluminio de sus propios procesos de estampación para fabricar los camiones de la serie F-150, generadores de la menor huella de carbono de su segmento.

Otra iniciativa en este sector es el proyecto REALCAR (REcycled ALuminium CAR), promovido por Jaguar, Land Rover y Novelis, que ha permitido cerrar el ciclo del aluminio. El proyecto ha resultado ser un éxito, con beneficios financieros y ambientales claros: ha permitido recuperar más de 30.000 toneladas de aluminio en un año, y evitar la emisión de más de 500.000 toneladas de CO2.

Los ejemplos de la creación e implementación de una cadena de valor con un circuito cerrado de aluminio en el sector de la automoción, son potencialmente aplicables a otros materiales e industrias. Por ello, es importante seleccionar los recursos y materiales adecuados, promover la colaboración intersectorial y la simbiosis industrial con la cadena de valor, y reafirmar un liderazgo progresivo para replicar este tipo de experiencia en otros sectores.

Tomado de:

https://www.prevencionintegral.com/actualidad/noticias/2021/01/18/reciclaje-recuperacion

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