El reciclaje es una de las herramientas más valiosas cuando se desarrollan iniciativas vinculadas a la economía circular.
Es una opción aplicable a gran variedad de materiales,
aporta beneficios económicos considerables, y genera valor añadido en numerosos
procesos industriales como fuente de materias primas más baratas. También pone
a nueva disposición elementos que entran a formar parte del ciclo de producción
y distribución de diferentes productos y artículos, como es el caso de los
envases y embalajes reutilizables.
Dos de las actividades que favorecen las operaciones
de reciclaje son las denominadas “selección” y “recogida selectiva”, a las
cuales se aludió en detalle en un anterior apartado. Son alternativas
aplicables tanto a la gestión de residuos como a algunas etapas de los procesos
de reutilización y valorización. Junto con el necesario requisito de proceder a
la rigurosa tipificación previa de los residuos a reciclar, estas acciones
constituyen el primer paso que hay que dar para establecer y controlar un
circuito que permita obtener el máximo de eficiencia en la logística del
proceso, con el fin de obtener la mejor eficacia en los resultados.
En su esencia, los procesos de reciclaje son
relativamente sencillos, teniendo en cuenta que existen avances tecnológicos
que permiten tratar con eficacia y reincorporar a la industria o a los
servicios gran diversidad de elementos y materiales.
A continuación, se describen algunos ejemplos de iniciativas de reciclaje puestas en marcha con éxito por parte de diversas empresas y organizaciones, la mayoría de las cuales constituyen verdaderos casos de éxito.
La nueva Economía de
los Plásticos. “The New Plastics Economy”, un informe recientemente elaborado
por la Fundación Ellen MacArthur y el World Economic Forum, es el primero que
sugiere una clara estrategia de transición hacia la economía circular para la
industria global del plástico, impulsándola hacia el mejor diseño de los
envases y el incremento de las tasas de reciclaje. También sugiere nuevos
modelos que encaminan hacia la mejor utilización de iniciativas, estrategias y
tecnologías relacionadas con materiales y productos del sector del embalaje.
El plan de acción
generado por el informe, que cuenta con el apoyo de más de 40 líderes de
sectores gubernamentales y empresariales, entre los cuales cabe citar Unilever,
Danone, Coca Cola y Veolia, ha permitido constatar los siguientes puntos:
· Si no se aplican en
el sector políticas contundentes de rediseño e innovación, alrededor del 30% de
los envases de plástico nunca serán reutilizados ni reciclados.
· Al menos un 20% de
los envases de plástico ofrece oportunidades económicamente atractivas de
negocio a través de su reutilización.
·Mediante esfuerzos
debidamente concertados a la hora de rediseñar los envases y de gestionarlos
después de ser utilizados, el reciclaje podría ser una opción económicamente
atractiva para un 50% de envases de plástico.
·La estrategia
sugerida por el plan apunta a lograr la reutilización y el reciclaje global del
70% de los envases de plástico, en contraposición a la tasa media actual del
14%. Para poder procesar el 30% restante, será necesario tomar medidas
fundamentales en materia de innovación y rediseño.
Las iniciativas
relacionadas con la nueva economía de los plásticos generan un interés y un
apoyo de significativa envergadura en el sector industrial, y en estos momentos
se están orientando con fuerza las posibles estrategias a seguir, abriendo el
camino que permita rediseñar el sistema global de gestión de los plásticos a
través de acciones concertadas entre los actores implicados.
El sistema EPSON Paper
Lab de recuperación y reciclaje de papel.
Seiko Epson
Corporation ha desarrollado el que parece ser el primer sistema compacto de
fabricación de papel capaz de producir papel nuevo a partir de papel utilizado
de desecho: PaperLab.
Este innovador sistema
es un híbrido entre una máquina destructora de documentos y una planta de
reciclaje de papel, que además no utiliza agua en el proceso. Trabaja a una
velocidad de 14 hojas por minuto, hace innecesario transportar el papel usado
hasta un centro de reciclado, además de preservar la confidencialidad y reducir
costes y emisiones asociadas al reciclaje y la compra de papel.
Mediante PaperLab se
puede producir papel de oficina de varios tamaños, espesores y tipos, a partir
de papel utilizado previamente. De este modo, es también posible combinar la
destrucción de documentos de modo discreto, reciclarlos y volver a utilizar el
material reciclado y procesado en forma de papel nuevo.
El sistema permite a
las empresas hacer uso de una tecnología que apuesta por la economía circular y
estimula el reciclaje. Con PaperLab, Epson pretende dar al papel un nuevo valor
como recurso.
Reciclaje de Aluminio
en el sector de la Automoción.
El aluminio es un
material muy demandado y fácilmente reciclable. Lo prueba el hecho de que el
75% del aluminio hasta ahora producido sigue actualmente en uso. Además,
reciclar aluminio desechado requiere solamente el 5% de la energía que se
consumiría para producir aluminio a partir del mineral virgen. Ello explica el
alto interés de la industria europea del aluminio en la economía circular.
Uno de los sectores
que mayores esfuerzos está haciendo en reciclar y recuperar el aluminio es el
sector de la automoción. Anualmente, a nivel europeo se generan más de 10
millones de toneladas de residuos provenientes de vehículos fuera de uso. No
obstante, el reciclaje de los componentes de aluminio presenta ciertas
limitaciones en cuanto a los procesos de reciclaje, de modo que diferentes
aleaciones de aluminio acaban reciclándose como aluminio fundido de menor calidad.
Para abordar este reto, el proyecto europeo ShredderSort pretende buscar
soluciones para la industria del reciclaje de aluminio a partir de nuevas
tecnologías de separación.
De hecho, en el sector
existen ya varias iniciativas para cerrar el ciclo del aluminio. Además de ser
una opción económica con un menor impacto ambiental, incorporar aluminio en los
vehículos permite reducir su peso, mejorar su eficiencia y, en definitiva,
ahorrar combustible durante su uso. Ejemplo de ello es el caso de Ford, que utiliza
residuos de aluminio de sus propios procesos de estampación para fabricar los
camiones de la serie F-150, generadores de la menor huella de carbono de su
segmento.
Otra iniciativa en
este sector es el proyecto REALCAR (REcycled ALuminium CAR), promovido por
Jaguar, Land Rover y Novelis, que ha permitido cerrar el ciclo del aluminio. El
proyecto ha resultado ser un éxito, con beneficios financieros y ambientales
claros: ha permitido recuperar más de 30.000 toneladas de aluminio en un año, y
evitar la emisión de más de 500.000 toneladas de CO2.
Los ejemplos de la creación e implementación de una cadena de valor con un circuito cerrado de aluminio en el sector de la automoción, son potencialmente aplicables a otros materiales e industrias. Por ello, es importante seleccionar los recursos y materiales adecuados, promover la colaboración intersectorial y la simbiosis industrial con la cadena de valor, y reafirmar un liderazgo progresivo para replicar este tipo de experiencia en otros sectores.
Tomado de:
https://www.prevencionintegral.com/actualidad/noticias/2021/01/18/reciclaje-recuperacion
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